¿Sabes que es el Gaslighting?

Gaslighting es un término en inglés que se usa en el mundo de las relaciones, para describir cuando alguien trata de hacerte dudar de tu sentido de la realidad. No tiene una traducción exacta en español. Básicamente es una forma sutil, pero eficaz, de abuso psicológico, que consiste en presentar información falsa para que termines cuestionando tu propia memoria, percepción, pensamientos  y cordura.

Si reiteradamente tu pareja te dice frases como:

• “Estás loca, eso nunca ocurrió, nunca dije eso”
• “Te estás imaginando cosas, eso está sólo en tu cabeza”
• “¿Estás segura? Tú tienes mala memoria.”
• “Estás equivocada, nunca te acuerdas bien.”
• “¿Te vas a enojar por eso? Eres demasiado sensible.”
• “No sé de qué estás hablando. Estás inventando.”
• “No quiero escuchar esto de nuevo, estás tratando de confundirme.”
• “Estás delirando.”

Puede que estés siendo víctima de gaslighting.

El término surgió en 1938 con la obra de teatro Gas Light (Luz de Gas), donde un marido trata de llevar a su esposa a la locura, escondiendo objetos, generando ruidos extraños en la casa y bajando las luces encendidas por gas (no había electricidad)…y luego negando que la luz cambiaba cuando su esposa lo señalaba, así como todo lo demás.

Ahora bien, no todo aquel que hace gaslighting busca llevar a su pareja a la locura con un fin premeditado como en la obra de teatro y posterior película.

A veces es una táctica consciente que usan personas sin patologías, simplemente para no enfrentar el exponer la verdad sobre algo difícil de exponer, como por ejemplo una infidelidad. Lo veo a menudo en esas situaciones.

Cuando la táctica se lleva a extremos y se convierte en un «necesito des-valorizarte para racionalizar lo que he estado haciendo», la infidelidad puede ser solo una pieza del rompecabezas, y existir un tema más complejo de disociación, como el narcisismo, donde la necesidad de lastimar y hacer que el otro se sienta loco se hace para apoyar el ego y la auto justificación.

El gaslighting no ocurre de la noche a la mañana, sino que gradualmente. Las acciones de la pareja abusiva pueden parecer inofensivas en un comienzo. Pero con el tiempo, estas mentiras y patrones abusivos hacen que la víctima se sienta tan confundida, ansiosa, aislada y deprimida, que pierda todo sentido de lo que está ocurriendo en realidad.

El gaslighting le da a la pareja abusiva poder y control. Una vez que logra que la víctima comience a confiar más en sus percepciones que en las de ella, es más probable que se quede en la relación abusiva.

Pistas para identificar si eres víctima de gaslighting: (tomadas del libro “The Gaslighting Effect” de la psicóloga Robin Stern)

1.  Te está costando tomar decisiones simples
2. Te sientes con frecuencia confundida e incluso loca
3. Te auto-criticas, sientes como si no pudieras hacer nada bien
4. Te preguntas a menudo ¿seré demasiado sensible?”
5. Te encuentras pidiendo perdón a tu pareja a menudo
6. Experimentas un sentido crónico de infelicidad sin entender por qué
7. Te encuentras justificando el comportamiento de tu pareja frente a amigos y familiares
8. Ocultas información a amigos y familiares para no tener que explicar o dar excusas
9. Has notado que estás más aislada socialmente
10. Comienzas a mentir para evitar humillaciones y enfrentamientos con el otro
11. Te sientes diferente, antes eras más segura, divertida y relajada
12. Te cuestionas si eres una pareja “suficientemente buena”
13. Sabes que algo anda mal, pero no sabes qué es

El gaslighting es una forma de maltrato y manipulación psicológica, mediante el lenguaje en forma y contenido, que extirpa lentamente tu criterio personal y destruye tu sentido de identidad. No lo dejes pasar. 

Si sientes que puedes estar siendo víctima de gaslighting:

1. Confía en tu intuición y pon atención a lo que no te cuadra.
2. No trates de convencer al otro, simplemente di: “Escucho lo que me dices, pero no lo siento verdad para mí.” O “No estoy de acuerdo”.
3. Pon límites. Si te gritan o te humillan frente a otras personas diciendo por ejemplo “Estás delirando como siempre”, contesta: “No me siento cómoda con lo que me acabas de decir, necesito respeto, y no lo voy a dejar pasar.”
4. Busca ayuda. Comparte con alguien que te merezca confianza, lo que tu intuición te está susurrando. Nunca estás sola.

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