El amor y la jardinería

Este fin de semana fuimos a un jardín a comprar algunas plantas para hermosear nuestro hogar. La verdad es que algunas plantas de interior se nos habían “muerto” y queríamos hablar con un experto para entender qué podía estar pasando, a la vez que reponer las que ya no estaban.

Conversando con el jardinero, nos explicó que probablemente había sido exceso de riego y un suelo mal drenado, lo que llevó a la pudrición de la raíz. Lo pudimos verificar al volver a casa y desprender las plantas del macetero: las raíces no estaban firmes y parecían algas de mar.

El jardinero nos dio toda una charla sobre cómo las plantas muchas veces no elegían en qué suelo las plantaban o trasplantaban para ser vendidas. También nos dio consejos para “mejorar” el suelo de nuestras plantas para crear un ambiente favorable para que prosperaran: luz, ventilación, perlita para favorecer el drenaje, nutrientes, etc.

Esto me hizo pensar en que al igual que las plantas no podían elegir en qué suelo se plantaban, nosotros tampoco pudimos elegir qué tipo de experiencias tempranas tendríamos, que determinarían nuestras formas de ser en el amor en la adultez…muchas de las cuales pueden sabotearnos. Bueno, los que tenemos creencias espirituales, pensamos que sí elegimos la familia en la que nacemos, precisamente para sanar y crecer en el amor…pero esa es materia de otra reflexión.

En lo concreto, sean cuales sean las experiencias que tuvimos en nuestra niñez y adolescencia, y por muy buenos que hayan sido nuestros padres y cuidadores, esa familia y contexto en el que nacimos y nos criamos nos brindó el modelo, las herramientas y las creencias que tenemos sobre el amor y las relaciones, que determinan nuestra identidad en el amor, nuestras formas de ser en el amor, que ya sea pueden empoderarnos para crear relaciones amorosas profundas y duraderas o des-empoderarnos, creando dificultades para que el amor se arraigue en nuestra vida.

Si quieres saber más sobre los modelos que tuviste en el amor, lee este artículo en mi blog: modelos que tuviste en el amor.

Pero lo más importante acá es, que como adultos todos podemos mejorar el suelo en que se forjó nuestra identidad en el amor, para que este florezca y prospere en nuestra vida.

No tenemos que aceptar lo que aprendimos o lo que hayamos experimentado en el pasado. Podemos des-aprender lo aprendido, hacer algunos ajustes y adquirir herramientas para desarrollar nuestra capacidad de amar y ser amados.

Las creencias forjadas tempranamente se pueden transformar, y las habilidades para sostener relaciones profundas y duraderas se pueden adquirir y desarrollar. Esas son las “mejoras” del suelo en el que naciste y creciste. Es la manera de mejorar lo que te dieron (o elegiste) cuando viniste a este mundo.

Es posible y funciona. He ayudado a cientos de mujeres a encontrar al amor de sus sueños… tal como encontré al mío.

Si estás lista para dejar atrás el pasado y crear un futuro amoroso pleno y distinto a todo lo que has conocido, si estás dispuesta a aprender, si estás cansada de estar sola y quieres encontrar a esa persona especial con quien compartir la vida, tal vez te interese participar en mi próximo taller “Llamar a Tu Amor®”. Te invito a visitar este enlace para ver los detalles.