La verdad es que la voz de nuestra madre tiene más impacto del que imaginamos en la forma en la que nos enamoramos y en la forma en la que tratamos de construir relaciones de pareja, pues tiene que ver con la forma en la que experimentamos nuestro valor como mujeres en el mundo, y con la forma en la que damos y recibimos amor.
En mi trabajo como coach de relacionamiento ayudando a mujeres a atraer el amor a sus vidas, encuentro a menudo un patrón que se repite en muchas mujeres maravillosas que tienen dificultad para atraer y sostener relaciones amorosas plenas y duraderas: muchas de ellas, no recibieron un cuidado materno que les ayudara a sentirse especiales, comprendidas, seguras, alentadas y aceptadas tal cual eran, ya sea porque mientras crecieron no hubo alguien que las hiciera sentir de esa forma, o porque perdieron tempranamente a quien les daba ese tipo de cuidado.
Y lo que les quiero contar, es que independiente de que hayamos recibido o no ese cuidado materno amoroso en nuestra infancia, hay una habilidad que todas podemos desarrollar en la vida: la habilidad de proporcionarnos cuidado materno a nosotras mismas.
¿Qué es proporcionarte cuidado materno?
Cuidar de ti misma y proporcionarte cuidado materno son dos cosas muy distintas. Muchas de nosotras aprendimos a cuidar de nosotras mismas bastante temprano en la vida y lo hacemos perfectamente como adultas. Pagamos nuestras cuentas, vamos al médico cuando corresponde, llevamos el auto al taller para sus mantenciones, tomamos nuestros medicamentos si nos sentimos enfermas, nos regaloneamos con las cremas de cuidado que tanto nos gustan, vamos a la peluquería de cuando en cuando, etc.
Sin embargo, la mayoría no sabemos lo que significa proporcionarnos cuidado materno. Yo misma aprendí esta habilidad bastante tarde, y es uno de los regalos que más agradezco haber recibido, por cómo esto ha impactado mi nivel de felicidad en la vida y mis relaciones en general.
Proporcionarte cuidado materno es permitirte descansar cuando te sientes cansada, permitirte el día libre cuando te sientes enferma, felicitarte por el arduo esfuerzo que hiciste aun cuando no lograste tu meta, celebrar tus logros por pequeños que sean, y aceptar y amar tus imperfecciones y singularidades como parte de ser humana.
Ciertamente cuidar de uno misma es mucho más fácil que proporcionarnos cuidado materno. Muchas mujeres ni siquiera conocen esa voz. Esa voz que necesitamos oír cuando sentimos miedo, cuando nos sentimos tristes, desanimadas o solas. Esa voz que nos dice que somos dignas de ser amadas sin importar lo que esté sucediendo, esa voz que nos asegura que ahora lo lograremos, que nos hace sentir que somos lo suficientemente buenas y que lo estamos haciendo bien.
Muchas mujeres escuchan más frecuentemente otra voz muy distinta: la del crítico interno. Esa parte que se relaciona con nosotras de manera dura, severa y muchas veces tirana, avergonzándonos, desmotivándonos, causándonos sufrimiento y estancándonos en la vida. Esa parte que nos dice que no somos lo suficientemente buenas para que alguien nos ame profundamente, o que no estamos dando lo suficiente, o que tal vez deberíamos renunciar porque de todos modos no lograremos lo que queremos.
Y aquí viene la habilidad que necesitamos desarrollar como adultas para ser capaces de sostener un amor profundo y duradero y vivir vidas más plenas. La habilidad de proporcionarnos nosotras mismas un cuidado materno amoroso.
Un regalo que puedes darte tú también
Esta es una de las habilidades que ayudo a mis clientas a desarrollar para ser más felices y crear relaciones más satisfactorias con otros y en particular con sus parejas. Las invito a incluir en sus conversaciones internas con ellas mismas, la voz maternal amorosa, que es empática, cuidadora, acogedora y aceptadora. Y es algo realmente poderoso.
Te animo a ti también a incluir conscientemente en tus diálogos internos a esa voz maternal amorosa. A esa voz que te ama incondicionalmente, que es tu fan número uno, que siempre te alienta, sea lo que sea que esté ocurriendo. A esa voz que quiere que seas feliz, que quiere lo mejor para ti, y que jamás se pregunta si mereces cosas maravillosas en tu vida, porque sabe que tú ERES maravillosa.
A esa voz que cuando te sientes asustada te da la confianza que necesitas para seguir adelante, con optimismo por lo que la vida te depara. A esa voz que cuando te estás maltratando con un “debería haberlo hecho mejor” o un “debería ser más (rellena con lo que quieras)”, te dice que eres humana y que estás tratando de hacer las cosas lo mejor posible. A esa voz que cuando te estás inclinando a hacer elecciones que te llevarán por mal camino, con ternura te recuerda tu norte, tus objetivos, lo que tú quieres crear en tu vida. A esa voz que cuando sientes que no eres suficiente, te recuerda que eres más que suficientemente buena!
En este mes en que celebramos el día de la madre, te invito a darte a ti misma este regalo. Estoy segura de que transformará tu vida, tanto como ha transformado la mía.
Feliz Día de la Madre!
Y si necesitas apoyo para desarrollar esta habilidad, acá en “Llamar a Tu Amor®” estoy para apoyarte.