Con el estreno de la versión cinematográfica de “Las Cincuenta Sombras de Grey” y la taquilla y comentarios generados en diversos mercados y medios mundiales, sucumbí a la presión de ir a verla y tener una opinión sobre ella. Reconozco que no leí el libro, y entiendo que éste es mejor que la película, como ocurre normalmente con las versiones cinematográficas de los libros. Probablemente tú también ya la viste y tengas tu opinión. Lo que a mí me ocurrió al verla, fue que durante toda la película sentí unas ganas enormes de hacerle un coaching a Anastasia, e invitarla a mirar su experiencia desde otros lugares.
Deformación profesional o no, como coach de relacionamiento, en cuanto salí del cine decidí escribir algo en mi blog, pensando en las mujeres jóvenes que puedan haber salido del cine con una línea difusa entre lo que es una relación sana y lo que es una relación enfermiza, o para cualquiera que haya pensado que por haberse estrenado en febrero, el mes de los enamorados, ésta pudiera ser una historia de amor. Quiero decirles que esta no es una historia de amor. Es una historia de manipulación, intimidación, posesividad, violencia, faltas de respeto, abusos psicológicos y emocionales, en resumen, una historia bastante tóxica que incluye varios actos delictuales como allanamiento de morada, apropiación indebida de bienes, acoso, por nombrar algunos, disfrazados de raptos de amor, generosidad, romanticismo, protección, creatividad, atracción física y mucho dinero. En mi opinión, los tonos de gris en la expresión del amor no caben. Acá no hay amor. Bueno, tal vez la única escena de amor es aquella en que él va a buscarla a un bar cuando había bebido en exceso…aunque luego en vez de llevarla a su casa y dejarla a salvo, la lleva a su hotel…para comenzar a manipularla.
No me voy a referir acá a las posibles heridas de infancia que pudo haber tenido Grey para volverse un hombre que disfruta violentando y sometiendo a las mujeres de las formas en que lo hace. Se lo dejo a un psicólogo. Tampoco me referiré a la creatividad que dos personas adultas y con criterio formado puedan elegir experimentar en la intimidad de su dormitorio. Se lo dejo a los sexólogos. Dejaré también a un lado, el hecho de que ella tiene su primera experiencia sexual con este hombre, cosa que ciertamente influye en la dinámica, ya que de acuerdo a la neurociencia, la intimidad genera sentimientos de apego y confianza. Más aún la primera vez, cosa que acá ocurre antes de que ella pueda evaluar si él lo merece o no, y antes de establecer los acuerdos apropiados, lo que contribuye a que ella entre en esta relación de manera poco objetiva. Me quiero enfocar en qué puede hacer que una joven como Anastasia entre en el peligroso y enfermizo juego de Grey.
En mi trabajo como coach de relacionamiento, ayudando a mujeres a atraer el amor a sus vidas, miramos mucho los patrones en las relaciones anteriores y las creencias profundas arraigadas, que normalmente no vemos, detrás de nuestras experiencias amorosas. Por eso, a medida que veía la película, comencé a elaborar una lista de las posibles “sombras” de Anastasia… las creencias que ella puede estar sosteniendo acerca de sí misma, acerca de los hombres o acerca del amor y la vida, que podrían estar en la raíz de su experiencia con una relación sadomasoquista. Y me extendí en una lista más larga, con creencias que veo a diario en mi consulta y talleres, no necesariamente en relaciones de este tipo, sino en relaciones comunes y corrientes.
Esta es una lista, no exhaustiva, que puede ayudarte a ti también a descubrir todas las sombras o creencias que pueden estar operando encubiertamente en tu forma de ser en el amor, y llevando la voz cantante en tus experiencias que han mantenido a raya el amor. Acá va una lista de 50 posibles sombras que a menudo operan en nuestras dinámicas amorosas. ¿Habrá alguna de ellas que resuene contigo? Normalmente todas tenemos un coctel:
- No soy suficiente
- No soy querible
- No merezco
- No soy hermosa o atractiva
- No soy inteligente
- Soy imperfecta, no me gusta como soy
- A lo hombres no les gustan las mujeres como yo
- Me dan vergüenza algunas cosas en mí
- No tengo confianza en mí misma
- Soy pobre
- Soy inferior
- No soy valiosa
- Soy invisible, los hombres no me ven
- Los otros se olvidan de mi
- Los otros no se comprometen conmigo
- Soy sola en la vida
- La vida no me apoya
- La vida es triste y solitaria
- Soy diferente, no encajo
- No pertenezco a nada ni a ningún lugar
- Soy mala, no merezco a un hombre bueno
- Estoy dañada, no soy digna de ser amada
- Me siento incapaz de tener lo que quiero
- No puedo hacer nada bien, todo lo estropeo
- Si no soy buena, ellos no me querrán
- Hay escasez de hombres
- Los buenos están ocupados, o no están disponibles
- Los hombres son incapaces de corresponderme, no dan la talla
- Para qué cargar a otros con mis preocupaciones y necesidades
- Mejor ser independiente y auto-suficiente, no es bueno ser necesitada
- Tengo miedo a perderme en una relación
- Soy la responsable de todo, siempre termino solucionando las cosas
- Las necesidades de los demás están primero, las mías después
- Los hombres son egoístas, narcisistas, sólo piensan en ellos
- Los hombres terminan abandonando
- Mi miedo al abandono me impide formar conexiones saludables
- Tengo miedo de mis miedos
- Necesito a un hombre para sentirme amada
- La química es lo más importante
- Está dañado, eso justifica su comportamiento
- Mi amor será capaz de transformarlo
- El amor es sacrificio
- La vida es dura
- Fui abandonada, descuidada, abusada y aún lo siento en mis relaciones
- Mis circunstancias me mantienen atascada, no veo forma de salir
- Si ocurriera esto……mi vida sería distinta
- Los otros tienen la culpa de mis problemas
- Soy muy autoexigente y crítica conmigo
- Nunca voy a olvidar lo que me hicieron, he sido una víctima
- Soy vulnerable, no estoy a salvo en mis relaciones
Estas son sólo algunas de las “creencias – sombra” que podemos sostener, sin ser conscientes de ellas, o a veces conociéndolas y sosteniéndolas en secreto. Creencias que nos predisponen en nuestras relaciones, ya sea a desaparecer, a vivir desconectadas de nosotras, de lo que sentimos, necesitamos y preferimos, a vivir quejándonos o a ser reactivas en vez de pedir lo que necesitamos de formas que inspiren a otros a dárnoslo, a asumir riesgos innecesarios, a involucrarnos en relaciones demasiado rápido sin establecer antes los acuerdos apropiados, a organizar nuestra vida alrededor de los demás, a no poner límites, a dar en exceso, a rechazar la ayuda o muestras de cuidado de los demás, a ser muy independientes o autosuficientes, a volvernos madres de nuestras parejas nunca alcanzando nuestra plena femineidad, etc., etc., etc. Debajo de todas estas creencias hay sentimientos que no queremos sentir.
¿Cuáles podrían ser las creencias de Anastasia? Podría ser que no se siente suficiente, que no se siente merecedora de un tipo guapo y millonario, que se siente inferior a él, que se siente vulnerable en sus relaciones, que se siente sola en la vida, que vive desconectada de sus sentimientos y necesidades, desconociendo que es legítimo, correcto y apropiado que sean atendidas en una relación, que cree que el amor es sacrificio, que su amor transformará al otro….
Para evitar que estas “creencias – sombra” bloqueen las relaciones saludables y satisfactorias en nuestra vida, necesitamos hacerlas conscientes, identificarlas y transformarlas, pues están operando por debajo de nuestras formas de ser en el amor, y de los resultados que estamos obteniendo en nuestras experiencias amorosas. Y necesitamos permitirnos sentir esos sentimientos que no queremos sentir, para que puedan salir de nuestro cuerpo y de nuestras vidas!
Si necesitas ayuda para transformar tus “creencias sombra” en el amor, puedes contactarme para una sesión de evaluación o participar en alguno de mis talleres “Llamar a Tu Amo®”. Estaré encantada de acompañarte en este proceso de transformación para co-crear tu mejor vida.